Y tocó suavemente aquél papel que algún día albergó palabras con sentido.
Sintió una nostalgia dentro de sí que a pesar de todo le llevaba a recuerdos felices.
No era fácil volver a mirarle después de saber que había decidido desaparecer.
Se fue por un tiempo, dando una explicación lo suficientemente convincente pero insifuciente para poder volver a sonreir.
Ahora había vuelto, aunque sólo fuera para saludar, eso provocó en sí unas ganas de romper cualquier cosa que tubiera a mano.
Apareció en el momento que leía ese papel, esas palabras, aquello que un día provocó una sonrisa y ahora una tristeza descomunal.
Pidió perdón, cogió su mechero y lo quemó.
Aquellas palabras se convirtieron en cenizas que con el viento viajaron a otro lugar.
Ya no había nada más que oscuridad entre ellos, no tenían nada en común, sólo la distancia.
Cuando la niebla o lluvia aparece en la ciudad o pueblo, todos ponen caras tristes. La razón no la sé. Suelen decir que el día les chafa. A mi por lo contrario me gusta sonreir, alguien me dijo hace mucho tiempo que sonriendo estaba más guapa desde el momento en que lo recordé no he dejado de hacerlo.
Irina.
Sintió una nostalgia dentro de sí que a pesar de todo le llevaba a recuerdos felices.
No era fácil volver a mirarle después de saber que había decidido desaparecer.
Se fue por un tiempo, dando una explicación lo suficientemente convincente pero insifuciente para poder volver a sonreir.
Ahora había vuelto, aunque sólo fuera para saludar, eso provocó en sí unas ganas de romper cualquier cosa que tubiera a mano.
Apareció en el momento que leía ese papel, esas palabras, aquello que un día provocó una sonrisa y ahora una tristeza descomunal.
Pidió perdón, cogió su mechero y lo quemó.
Aquellas palabras se convirtieron en cenizas que con el viento viajaron a otro lugar.
Ya no había nada más que oscuridad entre ellos, no tenían nada en común, sólo la distancia.
Cuando la niebla o lluvia aparece en la ciudad o pueblo, todos ponen caras tristes. La razón no la sé. Suelen decir que el día les chafa. A mi por lo contrario me gusta sonreir, alguien me dijo hace mucho tiempo que sonriendo estaba más guapa desde el momento en que lo recordé no he dejado de hacerlo.
Irina.
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