viernes, 29 de abril de 2011

Indignación y sello.

Yo no tuve ni una carta, ni un caramelo... los valores cambian, y las prioridades también.
He cerrado el sobre dónde escribí una carta con una historia, da igual si bonita o triste. Lo he cerrado y le he puesto un sello dirección a tu casa, para que así te llegue y no vuelva jamás aquello que un día fue un cuento de hadas.


Me dijeron que era muchas cosas y yo no me las creía, ahora empiezo a sentirlas.



Que te vaya genial en este nuevo viaje.

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