miércoles, 2 de noviembre de 2011

Lee tu miedo, quémalo y sopla.


Una mañana, un pensamiento y sentimiento.
Me desperté echando de menos sus palabras,
esas palabras que sólo me las decía a mi.
Miedo a ver cómo aquello que sólo era para mi,
ahora es de otra persona.


Sabes cómo te llamaba,
sabes qué mote era para ti,
sabes que adjetivo era para ti,
¿eres capaz de llamarla cómo a mi?
¿Dónde está el sentimiento?
¿Dónde está el hecho de ser única?
¿Dónde está la especialidad?


Pero me dejaste escapar,
me dejaste libre en un bosque.
El miedo apareció hace unos años
y he pedido un deseo al soplar sus cenizas.
No soy nadie y no eres nadie.





"Para ver la princesa tienes que ver al príncipe."
"Para ver al héroe tienes que ver a la heroína."

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