martes, 16 de junio de 2009

Luchar

Infelicidad, tristeza, dolor, lágrimas... y todo para qué, para nada, para perder lo que más quiero en este mundo.

En su día era yo el problema, nada funcionaba porque me limitaba a que las cosas las hicieran los demás, las hicieras tú, y por eso se acabó. Fue lo mejor que podría haber pasado, dos vidas nuevas con cosas diferentes. Pero yo, no podía vivir sin ese mundo, no podía soportar el desgaste de las lágrimas en mi cara y lo dije. Tú, estabas mal, pero no se te notaba, eras más reservado.

Pero ese día te diste cuenta de que seguías amándome y decidiste volver al mundo anterior. No sabía qué hacer, me vinieron a la cabeza todos los días de aquél mes que destrozó parte de mi y mi carrera. Pero lo más jodido es que yo seguía enamorada, seguía pensando en tí y seguía queriendo volver a notar tus labios rozando los míos. Y acepté, volver, mágia, perfección... pero al tiempo, algo cambió, la relación se desgastó, había saturación de la relación, estabamos quemados de ella. Buscamos una solucción en un parque y tan sólo la encontré yo, tu no diste ninguna te limitaste a decir que esto no duraría demasiado más. Una posición de vagancia o no sé cómo llamarlo, era como un dámelo todo hecho, no sé, ojaláme equivoque.

Aquí sentí que sólo yo había evolucionado, sólo yo veía un futuro en la relación, sólo yo luchaba por ella. Hice cosas diferentes, te dí sorpresas, y te propuse un cambio de planes y obtuve un me da palo. Ahí se me cayó el mundo encima, te dicen que cambies las cosas para que todo vaya mejor y luego ves que los demás se quedan sentados sin hacer nada. Si en un trabajo colectivo sólo trabajo uno las cosas se hacen a la mitad y salen mal, pero ahora ya no importa.

Y por fin llegó el día en que yo hablé, y dije cómo me sentía y pedí YO que cambiaran las cosas esperando que tú hicieras lo mismo que yo había hecho anteriormente pero no fue así, y aquella solución que había pedido la volví a encontrar yo y la otra persona se limitó a decir que esto no duraría más de unas semanas... Otra vez, el mundo se me cayó encima viendo como en esa guerra yo no paraba de luchar, de presionar a mis soldados y el otro bando tenía tantos soldados que no le hacía falta luchar, no se si era porque no quería luchar o porque sabía que aunque no hiciera nada ganaría. No lo sé.

Allí, al lado del agua, un lugar perfecto para acabar con tu vida, se acabó la que estaba en el momento. Todo se había acabado, mi lucha no había servido para nada, mis espectativas se habían ido a la mierda, mis ilusiones se habían caído por el suelo, mis esperanzas se habían desvanecido y mi corazón físicamente se aceleró e iba demasiado rápido para mi y sentimentalmente se había roto, por segunda vez. No pude contener la rabia y las lágrimas de que eso pasara. Porque aunque todo se hubiera acabado yo seguiría pensando cada día en tí, seguiría queriendo volver contigo, seguiría viéndote como alguien perfecto, seguiría esperando en la cama sentada una llamada. Pero esto no es así, y tengo que seguir adelante no???

Pero seguir adelante con un corazón roto, un montón de sentimietnos que hay que eliminar, un montón de fotos en el ordenador, un montón de conversaciones, un montón de lugares donde siempre te veré aunque no estés, un montón de personas que me recuerdan a tí... Tengo que seguior adelante no???

Tengo la sensación de sólo haber luchado yo, de ponerlo todo yo encima de la mesa, quizá no es así pero el desgaste que llevo encima me dice esto.
Sé que ahora te sientes muy mal, y es normal, pero las cosas hubieran cambiado y hubieran podido ir mucho mejor, y en el fondo lo sabes, en el fondo sabes que ha habido un pequeño error en tu vida que nos ha impedido seguir adelante juntos.

No te voy a odiar por lo que has hecho, sabes que no puedo pero tampoco esperes una sonrisa mía hasta dentro de algún tiempo. Porque verte como un amigo me costará y si yo te hubiera importado, si hubieras visto lo mismo que yo, ahora yo no estaría así y quizá tu mano y la mía seguirían cogidas. Pero ahora amistad es lo único que me queda, ahora me toca llorar, me toca lamentarme, me toca verte como alguien odioso que me ha destrozado la vida por segunda vez. Una vez esto se acabé, la Irene de siempre volverá al mundo real pero esta vez sin tí.

Y aquí, después de escribir toda esta parrafa con las lágrimas que se derraman poco a poco por mis mejillas, acabo de escrbir. Veo los próximos de color negro, los veo vacíos, días sin sentido y todo por estar enamorada.

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