jueves, 19 de enero de 2012

Tiempo envejecedor, sentimiento aletargado.

Duerme, cómo un niño pequeño en su cuna y sábanas limpias.
Respira con un ritmo establecido.
No se altera, simplemente duerme.
De vez en cuando abre los ojos y mira a su alrededor pero no ve nada.
No existe aquello que tanto desea.
No existe en su mundo.





No busco, no espero, pero me hago mayor...

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