Caminar por senderos protegidos por ráfagas de aire que provocan la inestabilidad de mi cuerpo.
Esconderme detrás de cualquier objeto para poder ver cómo juegas con cualquier cosa.
No poder evitar la sonrisa tímida y mirada de niña pequeña al notarte cerca.
Vivo siendo quién quiero ser.
Me río de mi misma.
Quiero a quién quiero querer.
Soy Yo.
¿Qué más puedo pedir?
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