Hace un tiempo se firmó un contrato que estipulaba unas bases que al final acabaron por no cumplirse por una de las partes. A su pesar, llegaron a un juicio. Y allí el Jurado decidió sentenciar condena para la parte que había roto ese maldito contrato. Pensaba que podía cumplirlo y no fue así, se saltó las normas, rompió todo lo que se le puso por delante, y no cumplió ningún deber. Estaba claro que al no cumplir las reglas las cosas no irían bien. Pero sabe que somos humanos y que nos equivocamos.
"Nunca firmes un contrato que sabes que algún día puedes romper. Limítate a los temporales."
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