"Sigues un camino que no sabes dónde lleva pero te dejas guiar por algo que hay en el aire, que no sabes explicar, pero sabes que vas en la dirección correcta. No importa dónde vayas mientras tengas una sonrisa dibujada en tu rostro."
Era tarde para los que se acuestan a las diez de la noche pero pronto para los que se acuestan a las 5 de la mañana. Mi mente empezó a trabajar con lo que alguien algún día llamó Inspiración. Pues esta última con su gracia de siempre y su espontaneidad escribió un pedacito más del libro de mi mente. De vez en cuando me deja leer algo de él, pero normalmente se esconde detrás de un suspiro o una mirada al cielo. Se esconde de tal manera que la siento y no siento, es fugaz pero deja huella. Sí, ayer me dejó una nota que formaría parte de ese libro, para que pudiera seguir siendo yo misma, supongo. Es su forma de dar consejos. En realidad me da miedo, porque me escribe cartas, poemas, canciones, novelas... con personajes cercanos e imaginarios, me lleva a mundos de hadas, mares, bosques, pueblos, hogares, compañías, sonrisas, tensión, pasión, sexo... me lleva dónde quiere, pero me gusta que me deje viajar con ella. Es una relación de amor-odio, me da miedo pero me encanta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario