Te ví allí,
estirada en el sofà,
sin voz,
sin fuerzas,
mirándome con la mirada perdida...
Sentí que no eras tú,
que algo había pasado para que estuvieras así.
Él te hizó esto y yo no permitiré que se salga con la suya.
Levanta la mirada y mira la estrella que ilumina tu camino.
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