Hablando en términos matemáticos podría ser una recta. Si habláramos en terminos estadísticos muy probablemente sería una variable que buscaría su constante. En términos filológicos quizá formaría parte de una hipérbole. En términos filosóficos me gustaría ser el concepto alma. Referente a la biología me gustaría ser el corazón. Respecto a términos físicos la velocidad, químicos el agua.
Pero no soy ninguna ciencia, no soy nada que pueda estudiarse, soy un animal, homo sapiens como especie. Y actúo a veces bien, a veces mal, todos tenemos un margen de error, ¿no?
Y como animales que somos tenemos sentimientos. Aquello que no sabes dónde se encuentra pero que depende de quién y qué situación tu estado físico y psíquico cambia por completo. Más feliz, más triste, más enérgico, más vago, más observador, más pasota... Pero las personas que producen un cambio en ti pueden ser de dos tipos, las que no puedes dejar de lado porque te importan tanto que no puedes estar sin ellas y aquellas que son prescindibles en tu vida pero te enseñan algo en muy poco tiempo.
Y con todo ello, absorbido por tu consciente e inconsciente, creas tus espectativas, esperanzas, retos, personalidad, opinión, sueños...
Formas en ti tu propio mundo, aceptado por pocos e indiferente para muchos.
Puede que me equivoque, no una vez sino infinitas, pero no por eso dejaré de perseguirlos.
Si crees en ellos se harán realidad (Albert Espinosa)
Y yo creo en aquél que apareció un día aleatorio de un día indiferente de un mes cualqueira de un año no muy lejano. Creo en él, pero no diré el por qué, la razón sobrevuela mi estancia así que el silencio es quién mejor lo define.
No hay comentarios:
Publicar un comentario