A veces no sonríes, estás como el día, gris y lluvioso, no dices palabra alguna, no miras más allá de los pasos que das, tampoco miras hacia atrás. Las personas se cruzan y ni las esquivas, dejas que te empujen. Las personas te hablan y ni te inmutas. Las personas se acercan, te abrazan y tu... impasiva... podrías preguntarte qué te pasa pero para qué te lo vas a preguntar si ya sabes con certeza la respuesta. Es absurdo hacer preguntas retóricas. No me preguntes, no me mires, no me toques... son palabras que surgen de mi viva voz pero mi interior pide a gritos, mírame, pregúntame, entiéndeme, abrázame, no me dejes nunca. No me hagas daño...
Me siento pequeña... ¿puedes abrazarme y no soltarme jamás?
Puede parecer cobarde, no te digo que no, pero es que ya no sé como decirte que te necesito.
"En un incendio nadie mantendrá la calma y en la vida nadie mantendrá un orden."
No hay comentarios:
Publicar un comentario