Aprendió que con el maquillaje esconde su verdadera personalidad. Simplemente crepa su pestañas, mira fijamente a los ojos cuando la luz ilumina su mirada. ¿Y los labios? No le hace falta pintarlos, su color rojizo es más natural que cualquier otra cosa.
Mírala y sé capaz de no decirle lo que piensas.
Tócala, como si fuera de porcelana y siente la suave piel.
Acércate y siente el olor que desprende su cuerpo.
Vuelve a mirarla y se capaz de no sonreír.
"No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita."
"No necesito millones, sólo necesito que esté a mi lado."
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