Sentada en el abismo miraba el mar desde la montaña. El sol reflejaba la claridad de la verdad del mundo mientras la peligrosidad del mar rompía en las rocas. Estaba a tal altura, entre árboles, piedras y aire, que no podía imaginarme como alguien puede dejar de querer ver la maravillosidad de la luz y los reflejos de las pequeñas cosas que llenan nuestra corta vida.
Recuerdo aquél momento en que tu odiabas el mar y yo odiaba la montaña, pero allí estaba entre los dos lugares odiados y hacían la suma perfecta. Mar y montaña al mismo tiempo, calor irritante y frecor agradable, colores fríos y colores calientes, todo tan opuesto y tan perfecto.
No sé por qué, y tampoco buscaré la respuesta a ello, pero... en ese momento sentí que los dos estando tan lejos éramos uno sólo.
I don't know what about the future, but now is Carpe Diem
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