jueves, 29 de abril de 2010

¡Dímelo!


Miraba al horizonte, pensando en tantas cosas que acabé por obligarme a no pensar. Veía personas pasear, pájaros volar, nubes flotar, y me imaginaba a mí, allí, parada, delante del precipicio, observando el mar cristalino y respirando el aire puro de la costa. Era libre, sólo yo en un mundo por fín encontrado. Pero entonces apareció, apareció ese sentimiento que no consigo erradicar. No quiero dos besos de saludo, no quiero el abrazo de despedida, no quiero no hablar contigo, no quiero tener que verte solo los viernes, sabados o domingos, no quiero tenerte tan lejos. Quiero tenerte cerca, quiero volver a mirarte, sonreir y darte el abrazo que antes afloraba sin más, quiero volver a verte y decir, eres tú, pero eso no puedo hacerlo sola, necesito hablar contigo, decirte que eres especial, que eres quién eres, que te quiero, que te aprecio, que te echo de menos, que por mucho que quiera no puedo olvidarte... quiero hablar contigo pero no sé como hacerlo, tube la oportunidad ayer mismo y la dejé escapar. Pero espero verte pronto y poder decirte todo aquello que llevo dentro.

Son muchos años, son muchas tardes, muchos días, muchas risas, muchas tarimas, muchas pipas, muchos tequilas, muchos vodkas, muchas terrazas en invierno y verano, son muchas cosas como para ahora perderte.

Puede que lo leas algún día, puede que jamás, pero siento, pienso, actuo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario