martes, 18 de mayo de 2010
Una estrella polar.
Semanas rotas en dos, cielo, sudor, suspiro, calor, al ritmo de rock and roll.
Buscándote la vida, coges altura dejando señales, rastros estelares.
Ojos que no ven más allá, que miran hacia arriba, que nos vean caminar por el alambre.
Vuelves a la vida, viviendo el día día, eres insuperable, escribes una canción a ver que sale.
Ojos cansados de mirar trás los cristales, no queda noche para más que un último baile.
Sigo tu velocidad, sin para u nminuto más, sigo tu rastro, sin pensar que es en vano, sigo pensando, pensando en tí.
Una colina, un camino, tierra debajo de mis pies, una huella, mi rastro.
Una mirada, cruzada en el aire, una sonrisa, intercambiada en parte.
Una mirada, una sonrisa, un abrazo.
Mírame desde mi cielo, mírame desde tu aposento, ilumíname con tu reflejo.
Permaneceré en el recuerdo del presente más cercano. Permaneceré tranquila, en la orilla de aquél mar que iluminas con el reflejo de tu sonrisa.
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