Paseaba por las calles de Barcelona cabizbajo, como si de una paliza dada se tratara. Se había estampado 6 veces y esta vez era la última que podía aprovechar.
La priemra la perdió por hacer el idiota con una mujer.
La segunda la perdió por hacer el idiota con el alcohol.
La tercera la perdió por hacer el idiota con la droga.
La cuarta la perdió por hacer el idiota con los estudios.
La quinta la perdió por hacer el idiota con las personas que quería.
La sexta la perdió por no aparentar quién realmente era.
Ahora era una persona no correspondida, alcóholica, drogadicta, sin trabajo, sin amigos y sin corazón alguno.
¿Qué le quedaba por vivir? No tenía nada a qué aferrarse... hasta que decidió que no podía ser, que él no era así, que le habían hecho ser así.
Cambió el chip de su vida, se arregló y se fue a buscar trabajo, de mientras estudiaba, no pisaba los bares ni de tardes ni de noches, no contactaba con camellos para nada, se disculpó con todos aquellos que creyó y recuperó lso amigos que realmente le apreciaban.
Cerró la puerta de pasado siendo él un alma nueva dentro de una vida nueva.
Y cuando me lo curcé por la calle, me dijo:" no creas que por desear el mal a la gente vas a ser mejor, no creas que por ir de líder vas a ser mejor, no creas que aquellos que te hicieron daño se merecen morir. cree en tí y en los demás, si te fallaron ya lo arreglarán si de verdad les importas, deben ser felices creas tu que se lo merecen o no, pero debes desearles que sean felices porque es lo que ellos también quieren para tí."
Tan cao me dejó que fuí a verte y decirte, no me dejes aquí y sigue conmigo, no me sueltes la mano en medio de la noche, cógeme como si fuera el último día que me vieras, y dime sólo una cosa... no me dejaste seguir porque acabste tu la escena de mi vida.
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