Simplemente es no tirarse a una piscina vacía, no arriesgarse a perderlo todo, no apostar por lo que no vas a ganar, no pintar un cuadro sin colores, no escribir con un bolígrafo roto, no encender algo que va a explotar, es no hacerlo.
Todo tiene su lugar y su momento, no quieras buscar aquello que no vas a encontrar, no quieras hacer aquello que no toca, simplemente déjalo correr y ya vendrá.
Una peonza da las vueltas que tu quieras, puedes pararla cuando queiras, puedes deshacerte de ella cuando quieras. Pero no puedes hacer lo mismo con el mundo, con su rumbo, con su curso. No. No puedes hacerlo.
Amoldarte, no esperar, seguir, no mirar, no ir... es lo que toca.
No te arriesgues a perderlo pero tampoco a no ganarlo.
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